En muchas de vuestras consultas  me explicáis situaciones que habéis vivido con vuestros hijos e hijas, en las que le habéis faltado el respeto y la dignidad.

Os sentís culpables de no saber controlar vuestros impulsos, os arrepentís de la situación vivida y sois incapaces de pedir perdón para no perder vuestra autoridad.

 La mayoría de veces, venís de un camino duro, en el que habéis estado luchando entre viento y marea por vuestro hijo e hija y no han salido las cosas como pensabais. Eso no justifica esa falta de dignidad y respeto que viven. Que no se te olvide, que se merece el mismo respeto que cualquier persona.

 Es vuestra manera de expresar vuestra desilusión ante unos objetivos marcados, sin previo aviso. Pero recordar, sin previo aviso, para vuestro hijo o hija.

¿Qué os parece si compartís vuestras ilusiones y objetivos con ellos y ellas? Puede ser, que al saber tu objetivo te ayude o te explique su razón para no realizarlo. Ofrecerle diferentes opciones y explicarles tu visión de la situación, hará el camino más fácil para todos y todas.